Hace tiempo que la Navidad dejó de ser un acontecimiento importante y esperado cada año. Lo único que la mantiene viva es la existencia de mi pequeña hija, quien la espera con ingenua expectación. Hoy, sin ella a mi lado, esta festividad carece de cualquier sentido.
Mi intención no es ser; ni mucho menos parecer, un "grinch". Por decisión propia, pasaré esta "noche buena" solo. Tal vez sea un buen momento de introspección para replantear algunas cosas.
A mis padres, a mis hermanos y a mis amigos:
Feliz Navidad!
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